La sensación de falta movilidad que algunas personas sienten al levantarse de la cama se debe principalmente a que el cuerpo lleva varias horas de inmovilidad, con posturas más o menos monótonas. Y ocurre de forma frecuente a medida que pasan los años ya que, con la edad, las articulaciones se van desgastando y sufren más.
En cuanto a los crujidos, se deben a un proceso llamado cavitación que sucede cuando los gases del líquido sinovial, el encargado de lubricar las articulaciones, producen pequeñas burbujas que al explotar suenan. No es nada que en principio deba preocupar, a no ser que se sienta dolor.
Es importante recordar que las personas que practican deporte suelen tener estos chasquidos con menor frecuencia, ya que el ejercicio físico contribuye a que las articulaciones generen más lubricante. También se dan menos en personas con gran flexibilidad articular.
Ahora bien, para poner en marcha nuestro organismo de la mejor forma posible, los expertos recomiendan desperezarse correctamente y no salir de la cama despavoridos. El cuerpo necesita su tiempo para desentumecer los músculos, reactivar el flujo sanguíneo y desencallar las articulaciones.
Lo ideal es quedarse unos minutos en la cama y desperezarse lentamente igual que hacen muchos animales. Se aconseja estirar todo el cuerpo y hacer algunos movimientos antes de incorporarnos: retirar la almohada y mover el cuello a ambos lados, llevar las piernas dobladas hacia el pecho para estirar las lumbares, mover los brazos de arriba abajo… Y todo, si es posible, respirando profundamente para oxigenarnos bien y empezar el día con energía y buen humor.
Los pasos siguientes para desentumecerse serían beber un vaso de agua para rehidratar el organismo, tomar una ducha –si es posible acabada con agua fría para activar la circulación- y tomar un buen desayuno en el que no falten proteínas para reponer fuerzas y encarar bien la mañana.
Los más previsores, entre ellos muchos deportistas y mayores de 40, ya incorporan a estas rutinas de estiramientos complementos alimenticios a base de colágeno, ácido hialurónico y otros ingredientes que contribuyen a la flexibilidad y a la movilidad articular. Algunos, como Forte Dol de Aquilea, están especialmente estudiados para que sus ingredientes (también incluye cúrcuma y boswellia) actúen de forma prolongada a lo largo de la noche para disfrutar de unas mañanas más flexibles.
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