El calor da calor y el frío da frío, pero no es la temperatura quien infecta tus vías respiratorias. Las infecciones del aparato respiratorio están provocadas, simple y llanamente, por virus.
Entonces ¿cómo he pillado el resfriado?
Lo más frecuente es que el virus te haya pillado a ti en un ambiente concurrido, cerrado y poco ventilado, donde hayas permanecido durante un cierto tiempo. En el autobús, en la oficina, en el súper, en los grandes almacenes… los virus están en el aire y cuando respiras entran en tu organismo. Inevitable.
Otra forma de transmisión son las superficies que toca todo el mundo, como los pomos de puertas, las barras de sujeción de los transportes públicos, el botón del ascensor, etc. Por eso es muy importante lavarse las manos con más asiduidad cuando es época de resfriados.
Asimismo, si pasas mucho frío durante muchas horas, puedes llegar a tener una depresión de tus defensas, una circunstancia que les abrirá tu puerta a los virus.
¿Si tengo buenas defensas me resfriaré menos?
Sin duda. Los virus de la gripe y del resfriado sólo pueden eliminarse por nuestras propias defensas. Aquí no hay antibiótico que valga. Lo más determinante es, como siempre, una alimentación equilibrada que nos aporte todos los nutrientes necesarios. Y, si es preciso, tomar algún complemento natural que favorezca y estimule las defensas naturales del organismo durante los meses de invierno.
¿Los antibióticos no sirven?
Para gripes y resfriados, no tienen ninguna utilidad. Por la sencilla razón de que los antibióticos matan bacterias, pero no hacen absolutamente nada contra los virus. Es más, el mal uso que alguna gente todavía hace de los antibióticos está generando bacterias resistentes que son un peligro para todos. Nadie debe utilizar nunca los antibióticos por su cuenta.
¿Y si me vacuno contra la gripe?
Perfecto, es una excelente opción si tienes una cierta edad o estás entre los grupos de riesgo. Pero ten presente que el riesgo de que te resfríes es el mismo, ya que la vacuna te protege concretamente de los principales virus de la gripe… pero no de los virus del resfriado, que son de familias distintas.
¿La vacuna de la gripe provoca la gripe?
Otra “leyenda urbana” que hay que combatir. La vacuna de la gripe, como todas las vacunas, puede producir molestias tras ser administrada, lógicamente. La de la gripe, en las personas más sensibles, puede producir hinchazón en la zona de la punción, dolor muscular, dolor de cabeza, fiebre ligera… pero eso no es gripe ni mucho menos, sino simples molestias propias de la vacunación, poco frecuentes, leves y que en cualquier caso desaparecen al poco tiempo.
¿Y si se resfría mi pareja?
Prepárate para resfriarte tú dentro de pocos días. Pero siempre puedes intentar evitarlo con estos sencillos recursos:
– Procura tener en forma tu sistema inmunitario (ya sabes, buena alimentación y algún complemento para las defensas).
– Recuérdale a tu pareja que utilice pañuelos desechables para cubrirse nariz y boca al toser y estornudar.
– Y deberes para los dos: lavaos muchas veces las manos; ventilad bien la habitación; no compartáis vasos ni cubiertos, y… dejad los besos para más adelante.
Conclusión
Si todo el mundo (familiares, amigos, compañeros de trabajo…) tuviera claros estos conceptos, seguramente todos (ellos y nosotros) nos resfriaríamos menos. Porque en toda enfermedad contagiosa, la salud propia depende de la salud del grupo.
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