Producir un exceso de mocos cuando estamos con gripe o resfriado es un mecanismo que tiene el cuerpo humano para deshacerse de los virus y las bacterias. Un síntoma que suele venir asociado a una inflamación de las mucosas.
¿Qué hacer para solucionar el problema de una forma cómoda, natural y eficiente?
En primer lugar, y aunque parezca una obviedad, hay que saber sonarse bien: primero haciendo presión en una fosa nasal y luego en la otra. Si expulsamos el aire por las dos fosas a la vez, generamos una presión que podría provocar que parte de los mocos se vayan a los senos paranasales en vez de ser expulsados por la nariz. Una técnica nada recomendable que podría acabar en infección.
En segundo lugar se recomienda evitar que las mucosas se sequen ya sea humidificando el ambiente con ayuda de humidificadores, como hidratando los mocos mediante lavados nasales o aplicaciones de soluciones salinas.
También es importante procurar que la mucosidad sea lo más fluida posible, para ello la recomendaciones pasan por beber agua en cantidad suficiente y buscar la ayuda de algunas plantas como la drosera, que contribuye a la salud de las vías respiratorias y a mantener un nivel óptimo de las mucosidades.
En las farmacias se pueden encontrar buenos productos a base de ingredientes naturales pensados para ayudar en esas incómodas situaciones en las que los mocos suponen una verdadera molestia. Son especialmente recomendables los que, además de drosera, incluyen serratiopeptidasa, una enzima que contribuye a reducir la inflamación y a eliminar las secreciones nasales.
Un modo muy práctico de consumir este tipo de productos es eligiendo una presentación de comprimidos efervescentes. ¡Verás que alivio!
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