¿Qué tienen las frutas de esta temporada que tanto nos atraen? Será por la variedad, por el color o por su versatilidad, el caso es que las frutas de verano abren un mundo de posibilidades a nivel culinario y suponen un aporte de vitaminas, minerales y fibra muy importante. Hoy hacemos un repaso a sus propiedades.
Las dos frutas veraniegas por antonomasia son la sandía y el melón. Deliciosas y refrescantes, ambas son muy ricas en agua (saciantes), potasio y antioxidantes. Recordemos que los antioxidantes naturales son indispensables para el mantenimiento del sistema inmunitario y nos protegen del envejecimiento celular prematuro. Los carotenos, concretamente, nos ayudan a protegernos del sol.
Melocotones y nectarinas son ricos en carotenos y tienen muy pocas calorías. Son pues una opción ideal para los que quieren cuidar su figura sin renunciar al placer de un intenso sabor.
Las frutas de colores vivos como las cerezas, las ciruelas, las moras, los arándanos o las grosellas son ricas en antocianinas, el pigmento que les otorga su color y que destaca por su acción antioxidante y antiséptica. Recordemos que tanto es así, que el extracto de arándano se utiliza cada vez más en la prevención y alivio de molestias urinarias.
Los higos llegan a finales de agosto y aunque deliciosos y muy ricos en fibra, tienen un alto contenido en azúcares. Digamos que no se pueden comer con la misma tranquilidad como haríamos con la sandía. Su aporte en potasio lo convierten en un tentempié perfecto para compensar la pérdida de minerales que se produce, por ejemplo, el cuando se suda en exceso.
Anímate a aprovechar sus propiedades y utilízalas cada día en ensaladas, salsas, cremas, zumos y batidos. ¡Tu paladar y tu salud te lo agradecerán!
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