Solemos pensar que las molestias articulares se producen generalmente por el desgaste natural de la edad, o por la práctica de deportes de impacto. Sin embargo, el sobrepeso es también un factor directamente relacionado y que, lamentablemente, va en aumento.
Las articulaciones, especialmente las de lumbares, caderas, rodillas y tobillos, están diseñadas para soportar una masa corporal normal que corresponde a la altura de cada individuo. Ahora bien, si el peso aumenta de forma considerable y no se logra controlar, se incrementa la presión en la zona y se produce un aumento del roce entre cartílagos.
Es fácil imaginar que no es lo mismo para una rodilla soportar un peso de 60 kilos que uno de 80. A largo plazo, esta situación podría desembocar en un desgaste prematuro del tejido y acabar con los huesos chocando entre sí.
Los pacientes obesos, además, tienen alteraciones hormonales que aceleran el desgaste del cartílago, por lo que son muy propensos a padecer artrosis incluso en las articulaciones que no soportan peso, como las de las manos y los codos.
Se estima que el riesgo de padecer artrosis a causa del sobrepeso es cuatro veces mayor, por lo tanto, lo más recomendable en esos casos es ponerse en manos de un experto para lograr adelgazar de forma saludable, combinando dieta y ejercicio físico. Otras medidas pasan por evitar el sedentarismo, las sobrecargas y, si fuera necesario, hacer uso de un bastón que ayude a repartir el peso.
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