La pesadez de las piernas –especialmente cuando llega el buen tiempo- es un problema muy común, aunque hay mucha gente que lo vive con resignación y no le pone remedio. ¿Es ese tu caso? Pues lee con atención.
La inactividad, el sedentarismo y las largas horas de la jornada laboral que pasamos sin cambiar de postura son grandes enemigos de la circulación de las piernas. Personas que trabajan en oficinas, en tiendas, en peluquerías o viajando largos trayectos deberían tener en cuenta el riesgo que corren y tomar medidas para aliviar sus molestias y evitar problemas futuros.
Nuestras extremidades inferiores tienen que moverse cada día, de forma más o menos constante para facilitar el retorno sanguíneo. Y como el calor dilata las venas, es obvio que en verano la sangre tiene más posibilidades de acumularse, produciendo síntomas de diversa índole; pueden ser pesadez de piernas, hormigueo, calambres nocturnos, picor o varices. Y si el problema no se controla a tiempo, puede acabar en hinchazón de tobillos o, en el peor de los casos, en coágulos o hemorragias en las varices.
Toma nota de estas tres medidas que te pueden ayudar a notar una evidente mejoría en tus piernas.
–Utiliza calcetines o medias cortas de compresión ligera incluso en verano –sólo durante las horas de trabajo-. Puede parecer una contradicción, pero la evidencia confirma que es un hábito excelente para aliviar las molestias de piernas cansadas.
-Una ducha fría desde los pies hasta la zona superior de las piernas activará la circulación y te proporcionarán una agradable sensación de frescor. Hazlo cada día al llegar a casa y utiliza después una crema específica para masajear tus piernas mientras la aplicas.
-Prueba con un buen preparado fitoterapéutico a base de bioflavonoides y plantas de efectos venotónicos. Es útil para reforzar las paredes de tus venas y para estimular la circulación.
¡Ponlo en práctica y cuéntanos! Estamos seguros de que notarás mejoría.
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